martes, 31 de marzo de 2015

"Adiós a Chespirito"



  Con un humor blanco, lleno de originalidad, demostró con sus personajes que podía hacerse una televisión entretenida y que proyectara valores como la amistad, la nobleza, la unión y la generosidad.





En 1929 nace en México un hombre que marcaría la historia de la televisión latinoamericana: Roberto Gómez Bolaños 'Chespirito', referente del humor en nuestro continente y el mundo. Escritor, compositor, director, actor y productor; este mero mexicano fue un artista que con su ingenio y creatividad regaló alegría a generaciones enteras, y aún continúa haciéndolo. 

Antes de adentrarse en el mundo de la actuación fue boxeador amateur y futbolista, además de estudiar la carrera de ingeniería, pero su verdadera vocación la encontró en las letras. Con un humor blanco, lleno de originalidad, demostró con sus personajes que podía hacerse una televisión entretenida y que proyectara valores como la amistad, la nobleza, la unión y la generosidad.

El mote “Chespirito” se lo dio el director cinematográfico Agustín Delgado quien  lo comparaba con el escritor Shakespeare, solo que por su baja estatura le decía que era un Shakespeare chiquito, o un “Chespirito”,  nombre con el que años más tarde sería mundialmente reconocido. El Doctor Chapatín, Chaparrón Bonaparte, El Chompiras y por supuesto, el Chapulín Colorado y el Chavo del 8, son algunos de los personajes que, sin querer queriendo, han visitado - y se han quedado- en nuestros hogares por cuatro décadas. 

La genialidad de Roberto Gómez Bolaños, también se proyectó en teatro, en obras como  “Silencio,  recámara y acción” (1964) , “Títere,” (1984) una de las obras de teatro más exitosas en México,  “11 y 12” que permaneció en cartelera por siete años (1992-1999). En el cine se inició como guionista de las reconocidas películas de Viruta y Capulina, a títulos como “Los Legionarios”, cinta dirigida por Agustín Delgado, le siguieron “Los tigres del desierto”, “Angelitos de trapecio”, “El dolor de pagar la renta”, “El Chanfle” y “Dos criados malcriados”, entre muchas más. Fue precisamente en “Dos criados malcriados” donde Roberto Gómez Bolaños actuó por primera vez para la pantalla grande, acumulando luego en su carrera alrededor de 50 películas como guionista y actor.

Hoy, brindamos homenaje a una de las figuras más sobresalientes del humor latinoamericano. Nos ponemos de pie y aplaudimos al superhéroe del chipote chillón que es más ágil que una tortuga, al niño aficionado a las tortas de jamón que vive en un barril. Hoy aplaudimos la sencillez, sensibilidad e ingenio de una vasta obra que nos hereda sonrisas eternas y que  se mantendrá viva en nuestros corazones.

¡Contaremos por siempre con tu astucia, Chespirito!

Columna publicada el 03/12/2014 en el diario El Nuevo País

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