“Mahagonny” es una versión moderna de Sodoma o Gomorra. Es una ciudad ficticia, con vicios reales, muy reales. Alcohol, juegos, sexo, corrupción y libertinaje. Nació en la imaginación del dramaturgo alemán Bertold Brecht quién la ubicó en el desierto de Alabama, Estados Unidos, mucho antes de que Las Vegas fuese ideada (¿premonición talvez?), y la presentó al mundo en forma de ópera en 1930 con la música de su eterno colaborador Kurt Weill bajo el título de “Auge y caída de la ciudad de Mahagonny”. La lacerante crítica política y social que exponía la obra no le gustó nada al régimen nazi. Fue prohibida, y sus elementos destruidos. No se volvería a representar sino después de finalizada la II Guerra Mundial.
En la obra, tres malvivientes, amos de la estafa y la prostitución fundan en mitad del desierto una ciudad sin reglas y hasta allí acudirán desde las grandes metrópolis, los hombres y mujeres hambrientos de desatar sus instintos. Cuatro amigos que han hecho fortuna como taladores en Alaska (probablemente un guiño del autor a la película de Chaplin “La quimera del oro”) buscarán la felicidad en este paraíso de la depravación y se gastarán hasta el último centavo en los caminos del exceso. Pero como a toda ciudad, o mejor dicho, como a todo espacio habitado por humanos, le sobrevendrá el caos, la inconformidad, la crisis.
La agrupación Séptimo Piso, bajo la dirección general de Dairo Piñeres decidió adentrarse en estos bajos fondos y llevar a escena una versión moderna de esta ópera Brecht-Weill. Desde el pasado 25 de marzo y hasta el próximo 11 de abril, en la Sala Rajatabla se abrirán las puertas de la “ciudad de las redes” para mostrar este clásico que cuestiona al hombre en sus ambiciones y a las sociedades industriales en sus valores. La puesta en escena apunta a la estridencia del “dark” repleta de cuero negro, metal, hebillas, botas militares, encajes y música pesada. Así, desde el principio y hasta la resolución de la pieza, el espectador se ve bombardeado visual y auditivamente con una estética sólida y atractiva; si bien parece prevalecer lo que se “ve” por encima de lo que se “percibe”, lo que por momentos le resta claridad a la historia sobreponiendo la hiperestimulación a la reflexión.
Un elenco joven y arrojado da vida a esa jungla de personajes que pululan cuasi zombies, embobados por la ilusión de lo prohibido, son ellos: Alexander Rivera, Carlos Díaz, Moisés Berroterán, Jesús Miguel Das Merces, Janset Rojas, Javier De Vita, Kevin Jorges, Juan Pablo García, Melissa Inojosa, Josmary González, Patricia Romero, Karla Martínez, Tatiana Blanco, Vanessa Vásquez, Giovanny Duran, Daniel Torres, Julio Riobo, Héctor Duran, y Michael Vega.
Las puertas, las botellas y las piernas están abiertas de jueves a sábados a las 08:00 pm y los domingos a las 06:00 pm. ¿Se atreve a dejarse seducir por esta ciudad retorcida?
Columna publicada el 06/04/2010 en el diario "El Nuevo País"
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