domingo, 20 de abril de 2014

"Las mujeres sabias"



 En esta versión libre el director y el elenco no temen burlarse de los recintos por los que ellos mismos han pasado, y de autoridades oficiales o funcionarios con cargos académicos y ministeriales de fácil reconocimiento. 

“El teatro es un arte peligroso”, afirma la semióloga teatral francesa Anne Ubersfeld, y si se toma en cuenta lo afilado que puede ser una obra a la hora de retratar y parodiar las máculas humanas, tal aseveración cobra total sentido. Ese carácter corrosivo del teatro es más que evidente en la poética del comediógrafo galo Molíere (1622-1673), quién en sus obras ridiculiza a la sociedad de su época dejándola en evidencia con sus tramas, personajes y planteamientos.  En “Las mujeres sabias”, le cae el palo a la universidad y a los pseudointelectuales, y ese interés por atacar al academicismo petulante es el que ha inspirado al recién graduado Magister Scientiarium Costa Palamides para llevar a escena este clásico del teatro universal al frente del Grupo ArteÚ, colectivo fundado precisamente por ex-integrantes del Teatro Universitario. 

En la pieza, el autor francés arremete de nuevo contra uno de los males que más le inquietan: la hipocresía. Una historia de amor imposible involucrada en los enredos  de una graduación y una familia nepotista de decanos y estudiantes, sirve como marco para esta sátira. Costa la hace viajar cuatro siglos, en tiempo y espacio, y la coloca en la Caracas de la actualidad. Las réplicas de las Nubes de Calder como elemento escenográfico es una alusión directa a la principal casa de estudios del país. Así pues, en esta versión libre el director y el elenco no temen burlarse de los recintos por los que ellos mismos han pasado, y de autoridades oficiales o funcionarios con cargos académicos y ministeriales de fácil reconocimiento.  El público, como asistente más al acto de grado participa de la farsa y recibe de primera mano la ampulosidad de la propuesta desarrollada en un espacio vacío. 

Para Palamides el planteamiento de su propuesta puede tener lugar  “peligrosamente bajo o entre o al lado de los móviles de Alexander Calder, en el pasillo de letras, en tierra de nadie, en una plaza cubierta del rectorado, en un aula magna cualquiera o en un salón de té y tejemanejes de la casa de una rectora.  Lo terriblemente cómico es que bajo todo eso o entre todo eso, no existe ni una pizca de cultura verdadera”.

A la usanza de lo que solía ocurrir en el teatro de Molíere, todos los personajes, incluyendo los femeninos, son interpretados por actores: Ludwig Pineda, José Gregorio Martínez, Domingo Balducci, Oscar Salomón, Germán Manrique, Carlos Maza), Jonell Páez y el propio Costa Palamides. Luego de su primera temporada en el teatro César Rengifo, la obra se instala ahora en el Trasnocho Cultural hasta el próximo 20 de abril, con funciones los sábados y domingos a las 4 de la tarde. 

Columna publicada el 08/04/2014 en el diario El Nuevo País

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