domingo, 27 de marzo de 2011

“El Arquitecto y el Emperador de Asiria”

Ahora sí. Había que esperar hasta la tercera semana del año para, en general, empezar a ver los telones abiertos una vez más con su regularidad habitual. ¿Será por esos orígenes griegos del teatro, íntimamente ligados a la adoración de Baco (que es de donde viene la palabra “bacanal”), en los que el vino corría a riachuelos, que la resaca nuestra es tan larga? Vaya usted a saber.

Por lo pronto, por los lados de la UNEARTE “El Arquitecto y el Emperador de Asiria” original de Fernando Arrabal y montada por la agrupación Séptimo Piso, bajo la dirección de Dairo Piñeres; nos invita a celebrar lo0s quince años de la agrupación.

A consecuencia de un accidente aéreo, un personaje “civilizado” llega a una isla en la que se encontrará con su único habitante: un salvaje que ni siquiera habla. A través de diálogos fuertemente surrealistas, plagados de absurdo e ironías, la dinámica de esta particular pareja se convierte en una metáfora para esa inherente condición humana de debatirse entre lo que se quiere ser y lo que realmente se es. Ambos enfrentan su aislamiento jugando a ser otros, siendo todos y nadie al mismo tiempo, empeñándose en el ínterin por lograr la aceptación del que está enfrente; aún allí es esa isla perdida, aislada de todo y de todos. ¿Logra establecer el paralelo? ¿No le resulta cercana la sensación?

En palabras del autor, esta pieza coloca sobre el tapete “tanto al individuo como a la sociedad conformista que no va en busca de valores más altos como la filosofía, la justicia, sino que sigue cayendo cíclicamente en las mismas historias”. Arrabal, conocido por su lírica provocadora, tiene en sus textos siempre un espacio para chamuscar los lastres sociales, nuestras llagas como colectivos quedan expuestas con una violencia que recuerda, según algunos críticos, a la del Marqués de Sade, por lo que termina siendo una violencia con algo de delicia.

Moisés Berroterán y Luis Vicente González conforman el elenco de esta pieza cuyo equipo lo completa Carlos Díaz en el diseño de vestuario y concepto escenográfico, y Carlos Chacón en la producción general. Hasta el próximo 23 de enero ocupará la sala Horacio Peterson en funciones de miércoles a sábado a las 07:00 pm y el domingo a las 06:00 pm, con entrada libre

.P.D. Si no lo digo me reviento:después de siete horas de memoria y cuenta,me di cuenta de que para la cultura ¡no hay ni memoria!

Columna publicada el 18/01/2011 en el diario "El Nuevo País"

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