lunes, 28 de junio de 2010

"A falta de pan, buenas son tortas"

Don Toribio es un sastre que quisiera pinchar con sus agujas a toda persona y asunto que le huela a gobierno. Narciso, uno de sus clientes y muy bien conectado con el recién estrenado gabinete, tiene amores ocultos con la hija de éste, Emilia. Para allanar el camino antes de la petición de mano, Narciso usa como estratagema la posibilidad de “recomendar” a su posible suegro para un nombramiento. Patriota como el que más, Don Toribio, ante la inminencia de convertirse en flamante ministro, da un brinco de acera que dejaría a muchos “pieles rojas” como tristes “caraspálidas” (sin alusiones, es simple argot western). Pronto comienza a afinar los detalles de su plan de gobierno, destacando por supuesto, la formas que tendrá para quedarse con buenas mascadas del erario nacional.

Este es el argumento de “A falta de pan, buenas son tortas”, comedia escrita por Nicanor Bolet Peraza (Caracas, 1838 - Nueva York, 1906) que el pasado jueves 27 presentó la gente de Teatrela a quienes acudieron a la Sala Experimental del CELARG, como parte de la programación de “El Teatro cuenta la historia de Venezuela en el Bicentenario, Ciclo de lecturas dramatizadas de teatro testimonial”; proyecto iniciado en marzo y que hasta noviembre presentará una selección dramatúrgica que busca reflejar el acontecer histórico de nuestro país, desde la conquista hasta hoy.
En “A falta de pan, buenas son tortas”, el autor -quién críticó duramente el período de Antonio Guzmán Blanco siendo al principio su partidario- hace una mordaz caricatura de nuestro histórico gûabineo ético, moral y político ( y eso que fue escrita hacia 1873, ¿se imagina si la escribiera hoy?); a partir de personajes tipo fácilmente reconocibles para el público de su época, y más aún para el actual.

La propuesta de Teatrela dejó de lado la lectura dramatizada y se lanzó de frente con un montaje sustentado en la confianza plena hacia los intérpretes. Con ese humor costumbrista e inteligente, propio de nuestros sainetes, la puesta en escena fluyó dejando entrever los nexos que entre nuestro pasado y nuestro presente nos definen como sociedad.

Con las 28 piezas teatrales que conforman la escogencia de este ciclo de lecturas pautadas para todos los jueves en la Sala Experimental del CELARG, se propone un recorrido que inicia en la época de la conquista, pasando por textos referentes a la Independencia, la Guerra Federal, la dramaturgia de los siglos XIX y XX, hasta llegar a la actualidad. Luis Britto García, Vicente Fortoul, César Rengifo, Néstor Caballero, Isaac Chocrón, Gliberto Pinto, Ugo Ulive, José Gabriel Nuñez, Gustavo Ott, Gilberto Agûero, y un laaargo etcétera que por razones de espacio no discrimino, son algunos de los dramaturgos cuyas obras pondrán el punto sobre la “i” en esta radiografía teatral.

Columna publicada el 31/05/2010 en el diario "El Nuevo País"

1 comentario:

  1. Este texto es para mí como actor, pero tambienmuy dado a esa vanguardia política que muestra su autor, este es el que más a marcado mi amor al teatro. Hice a Don toribio, esta vigente en todo su contenido, su mensaje devela el por que Venezuela se encuentra en el subsuelo donde está .

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