martes, 9 de abril de 2013

"El Gigante de Mármol"

El trasfondo político y social de la propuesta es evidente y emite una preocupación por los peligros que acechan la libertad creadora. 

Hace unos cinco o seis años aproximadamente el autor caminaba por un corredor de la Galería de la Academia de Florencia (Italia). A paso apurado y no sin emoción, un respiro profundo lo prepara para el encuentro. Al final del pasillo, bañado por la luz natural que se cuela por una cúpula, deslumbra la figura de un hombre desnudo, de unos 5 metros de alto, esculpido en mármol pálido. Es el David, vencedor sobre Goliat, inmortalizado como referente de la belleza humana por el cincel prodigioso de Miguel Ángel Buonarroti. Del embeleso provocado, nació el impulso que se hizo dramaturgia y así, esculpido ahora en la palabra, el “David” se hizo teatro en la pluma del consolidado actor Luigi Sciamanna, quien debuta como dramaturgo con un díptico centrado en la pieza más controversial del escultor florentino. “La novia del gigante”, estrenada en el 2012 fue la primera entrega, y el pasado 27 de marzo, en el marco del FITC 2013, se estrenó “El Gigante de mármol” en la sala de la Asociación Cultural Humboldt como cierre del ciclo. 

En ésta última, Sciamanna se remonta a 1503, y presenta la aguerrida defensa que Miguel Ángel hizo de su obra ante la intención generalizada de destruirla por obscena y pagana. El texto, inteligente y ricamente escrito, se centra en exponer la confrontación del artista con los representantes de la iglesia, los comerciantes y los políticos, distintas caras del poder obtuso. El trasfondo político y social de la propuesta es evidente y emite una preocupación por los peligros, todavía vigentes, que acechan la libertad creadora. Si en “La Novia del gigante” hablaba el ciudadano común frente al poder, acá es un artista el que confronta al sistema en defensa de su obra. 

El elenco conformado por Jorge Palacios, Armando Cabrera, Marcos Moreno, José Gregorio Paredes y Elvis Chaveinte, además del propio Sciamanna, se muestra consolidado, con un manejo sólido del texto, encomiable trabajo vocal e interpretaciones bien delineadas. Impecable el vestuario de Eva Ivanyi y Raquel Ríos que junto a la sobria iluminación de Manuel Troconis entregan una visual íntegra.

La pieza podría sí, ajustarse, sintetizando el desarrollo del conflicto que se hace reiterativo. El epílogo, luego del encuentro onírico de Miguel Ángel, ya victorioso, con su escultura vivificada (creemos que es el desenlace final), toma rumbos desconcertantes en historia y planteamiento escénico debilitando el acertado discurso hasta allí mostrado. 

Columna publicada el 02/04/2013 en el diario El Nuevo País

"Nadie lo quiere creer. La patria de los espectros"

La organización del XVIII Festival Internacional de Teatro de Caracas 2013 no pudo haber hecho mejor elección para su inauguración que la compañía La Zaranda, Teatro Inestable de Andalucía la Baja, asiduos participantes de este certamen desde la década de los 90. Este colectivo con más de treinta años de trayectoria se ha convertido en una especie de grupo de culto para los seguidores de la buena escena alrededor del mundo, sustentado en una propuesta visual, en un lenguaje alegórico, que siempre, siempre, deja al arte teatral bien parado como vehículo de expresión y confrontación.

“Nadie lo quiere creer. La patria de los espectros” original de Eugenio Calonge (dramaturgo y fundador de la compañía) abrió telones para el festival el pasado 21 de marzo en el Teatro Chacao. Este texto plasma la enfermedad de una sociedad desmembrada, inmoral, tan cercana a la podredumbre, casi como un cadáver insepulto. Y es que en una antigua mansión, tres personajes deambulan como fantasmas, como entes que aunque ostentan todavía el don de la respiración, la muerte ya los ha alcanzado, el tiempo ha cumplido su devastador propósito, y sólo les queda el apego a las reminiscencias de un pasado otrora glorioso. Una anciana decadente, enferma, mutilada en cuerpo y espíritu, última representante de un prominente abolengo; su criada, también en las últimas y atenta a heredar los despojos, y un sobrino anodino, pariente lejano recién aparecido que también aspira a pescar en río revuelto, hilan una historia tan luctuosa como enfática al exponer “una lectura soterrada de la realidad que atravesamos, un mundo disecado en el que ya no se generan ideas nuevas sino que sólo se buscan intereses mezquinos”.

La puesta en escena, bajo la dirección de Francisco Sánchez (Paco de la Zaranda) convierte la antigua casa en un espacio lleno de sombras, en el que la muerte vence constantemente. Cuatro ventiladores, un viejo reloj de piso, y algunas sillas van conformando un espacio cambiante, desprendiéndose de sus formas originales y asumiendo poéticamente nuevas funcionalidades: el reloj llega a ser un ataúd, los ventiladores, un balcón; las sillas una cama. La presencia y uso permanente de sábanas, calcan en el espectador la imagen constante de la mortaja, el asedio inevitable de la ceniza. Las interpretaciones, ofrecen por un lado una expresividad corporal sin grietas, cuerpo y voz perfilando caracteres únicos; y por otro la metáfora ineludible de la ruina espiritual de nuestro tiempo. Sin duda un espectáculo más que digno, que con elaborado humor negro, ¡impacta, conmueve conecta y abofetea! 

Columna publicada el 26/03/2013 en el diario El Nuevo País

"XVIII Festival Internacional de Teatro de Caracas 2013"


Con esfuerzo y perseverancia encomiables vuelve una nueva edición del Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC 2013) del 21 al 31 de marzo, y brindándole merecido homenaje a María Teresa Castillo, gerente cultural que tuvo arte y parte en la concepción de este evento de las artes escénicas que retumbó a nivel contin
ental y colocó en su momento a nuestro país como referente del teatro mundial.

Las agrupaciones internacionales La Zaranda, Onírica Mecánica, Teatro La Quimera de Plástico, y Esther Freixa i Ràfols y Toni Cots desde España; Timbre 4 de Argentina, la EDX2 Dance Company surcoreana, Malayerba de Ecuador, Grupo Varasanta de Colombia y DIN A 13 Tanzcompany y AM Danza de Habilidades Mixtas co-producción Alemania-Venezuela, completan la grilla que junto a 18 agrupaciones nacionales de primer orden entre las que se cuentan Río Teatro Caribe, GA80, Ciane, Teatro La Bacante, Theja y demás, brindarán una programación amplia en géneros y modalidades que abarcan desde el teatro clásico hasta la vanguardia. 

La inauguración del festival correrá por cuenta de los españoles La Zaranda, conocidos ya del público caraqueño con sendos espectáculos en dos ediciones anteriores. De su última visita ya han pasado veinte años y para su retorno traen el espectáculo ”Nadie lo quiere creer” con dos funciones en el Teatro Chacao. Además de las funciones, el festival ofrecerá las acostumbradas actividades de formación y reflexión, en foros, talleres y encuentros con los invitados internacionales. 

Destacan el “Taller de Dramaturgia Sonora: Audio y Sonido en la producción teatral” dictado por los brasileros Raúl Teixeira y Martín Eikmeier de la Escuela de Teatro de Sao Paulo, o el “Taller de Movimiento aplicado a los actores” impartido por la reconocida coreógrafa venezolana Luz Urdaneta. El circuito de salas para esta edición incluye la Sala Cabrujas (Los Palos Grandes), Teatro Trasnocho y Espacio Plural Trasnocho, el Teatro César Rengifo (casco histórico de Petare), la Sala Rajatabla, la Asociación Cultural Humboldt (San Bernardino), el BOD Corp Banca Centro Cultural. 

Una nueva oportunidad para afinar la célebre comunión escenario-espectador, para reencontrarnos, en definitiva, para leer nuestra escena a través de cristales propios y también, justo y necesario, con los del mundo. 

Columna publicada el 19/03/2013 en el diario El Nuevo País