jueves, 7 de noviembre de 2013

"Más allá de la terapia"








En un café se encuentran Prudencia y Alfredo. Es una cita a ciegas, él publicó un anuncio romántico y ella acude. Ambos buscan una salvación.

 
 
 
 
El ácido sentido del humor del dramaturgo norteamericano Christopher Durang, conocido en nuestros predios por el “El Matrimonio de Bette y Boo”, vuelve a subirse a los escenarios criollos con la puesta de “Más allá de la terapia”, bajo la dirección general de Luigi Scimanna.
 
La obra, cuya temporada en el teatro San Fe se extenderá hasta el próximo 10 de noviembre es una neurótica visión, plasmada en tono de absurdo, acerca de las relaciones de pareja, la insatisfacción personal, la soledad más profunda, esa que nos impide estar incluso con nosotros mismos. Cinco personajes cuyo caos emocional es una sátira genérica, se mueven en una comedia de humor negro, cruel en ocasiones, absurdo e intempestivo.
 
En un café se encuentran Prudencia y Alfredo. Es una cita a ciegas, él publicó un anuncio romántico y ella acude. Ambos buscan una salvación, y ambos acuden a terapia. En la búsqueda de su propia identidad, en el intento por apartarse de aprendizajes dañinos, de miedos inoculados; acuden cada uno por su lado a consulta, dejando su salud emocional en manos de dos terapeutas aún más desequilibrados. El resultado es un cruce de historias e histerias que provoca la risa catártica y reflexiva.
 
Stuart Bracamonte, eyaculador precoz, inseguro y dependiente, es el terapeuta de Prudencia, con quién además mantuvo un romance (al igual que con el resto de sus pacientes). La Dra. Wallace, una terapeuta que confunde las palabras, y ladra de vez en cuando, atiende al Alfredo. A la terna, se le suma, Bob, la pareja de Alfredo. Sí, Alfredo es homosexual pero quiere casarse con Prudencia. Dicho esto, las situaciones se precipitan.
 
La puesta en escena de Sciamanna refleja en las acciones y propuesta la neurosis propia del texto. Se decanta por el trabajo del actor, y ofrece el escenario para que los personajes se desenvuelvan a sus anchas. Logra imbuir el absurdo de una dosis de cercanía que permite un entendimiento inmediato.
 
Andrea Miartus, Sheila Monterola, Salomón Adames, Paul Gámez y Jean Carlos Rodríguez conforman un elenco compacto, que logra establecer -entre sí- con agudeza, las relaciones y comunicaciones pertinentes. Para la consulta acudir los sábados a las 08 de la noche y los domingos a las 07. “¡Todos estamos locos y todos estamos solos!” .
 
Columna publicada el 22/10/2013 en el diario El Nuevo País

"Anagnórisis"

Como un juego, lo definen la dupla de directores y así va saltando la propuesta en tiempo y espacio. Sorprendiendo con lo que ha de venir, poniendo en escena distintos géneros teatrales.

Y una vez que el personaje descubre -bien al final de su viaje o mientras lo transita- que no es quién creía ser, ocurre que cambia su destino, se acomoda a la realidad recién revelada, y esos descubrimientos, frecuentemente asociados a la tragedia, son devastadores. Aristóteles en su “Poética” le llamó anagnórisis, y no es más que el reconocimiento que el personaje hace de sí mismo, la revelación de datos sobre su origen, su identidad, su familia, ocultos para él hasta un momento de la historia. Como Edipo, quién descubre a la postre, que el hombre al que asesinó era su padre, y que su esposa, es en realidad su madre.
 
Es precisamente la historia de Edipo la que abre al espectador la serie de variados reconocimientos que presenciará en “Anagnórisis”, pieza que el Taller Nacional Juvenil de Venezuela, estrenó el pasado 09 de octubre en la sala Horacio Peterson de UNEARTES, bajo la dirección conjunta de Theylor Plaza y Héctor Becerra. La obra, fiel al concepto de su surgimiento, es en sí misma un personaje que cambia y se revela. Inicia con un performance de marcada búsqueda experimental: personajes enmascarados de distorsionada figura y carentes de voz propia, se pronuncian sobre la condena de no saberse, de no conocerse a sí mismos y por ende, la imposibilidad de no saber quiénes son los demás.
 
Luego en el monólogo “Mi nombre es…” dos mujeres en un mismo cuerpo, dos personajes en una misma intérprete, descubren la diferencia entre una que sabe quién es y otra que cree saberlo. Ambas vidas se bifurcan, si la primera es curtida, la segunda es ridículamente frágil.
 
La tercera parte de “Anagnórisis” salta a la comedia franca y con “In-sólitos” desarrolla cuatro historias, con un hilo común. Un hijo revela ante su familia quién quiere ser realmente. Cuatro familias, en cuatro tiempos distintos, los años 50, 70, 90 y en la actualidad. Como un juego, lo definen la dupla de directores –profesor y alumno- y así va saltando la propuesta en tiempo y espacio. Sorprendiendo con lo que ha de venir, poniendo en escena distintos géneros teatrales, que aunque inconexos, vistos en conjunto conforman un discurso coherente, apegado a su intención reflexiva.
 
Luis González, Milfred Miralles, Noelia Rojas y Theylor Plaza conforman el elenco de esta pieza cuya temporada se extenderá hasta el próximo 20 de octubre, miércoles a sábado a las 7:00 pm y los domingos a las 6:00 pm. ¡Reconocerse puede ser que duela, pero libera!
 
Columna publicada el 15/10/2013 en el diario El Nuevo País

"El Soldadito de Plomo"

 
 
En una resolución que recuerda al Jonás bíblico o al desventurado Pinocho, el soldadito encuentra la salvación en el estómago de un pez.
 
 
 
 
Basada en el célebre cuento del danés Hans Christian Andersen, llega a la sala experimental del Teatro Santa Fe, en una versión libre de Armando Castany, “El soldadito de plomo”, obra infantil bajo la dirección general de Dairo Piñeres.
 
Leonardo Pinto y Carlos Torres, antiguos compañeros que a mediados de los noventa iniciaron sus andadas sobre las tablas del grupo TeatroUCAB, hoy al frente de C&T Producciones, asumieron el impulso de darle vida al tradicional personaje cuya historia de amor es también una defensa a la tolerancia, la amistad, la superación, y el romance.
 
A un viejo orfebre -relata el cuento publicado originalmente en 1838- no le alcanza el plomo fundido para terminar de hacer el pequeño juguete, por lo que éste queda con una sola pierna, aunque tal desperfecto no le impedirá convertirse en regalo de cumpleaños de un niño. Al caer la noche, el soldadito cobra vida y en compañía de una rana de plástico, un oso de peluche obsesionado con acumular botones, una reina de corazones, una muñeca, y demás compañeros del estante de juguetes, inicia un viaje que le llevará a conocer ambas caras, la amable y la hostil, del mundo. En el ínterin, como es de esperarse en todo buen cuento de hadas, se enamora, y debe enfrentarse al malévolo Arlequín para defender su amor correspondido por la bailarina del castillo de papel. Una trama propia de la melancolía de Andersen, con un final si se quiere trágico, pero feliz, esperanzador.
 
Música original, diálogos aleccionadores, coreografías recurrentes, vestuario alegre y bien concebido, conforman una puesta en escena resuelta con lo justo. Sobre el escenario, dispuesto en posición bifrontal, el soldadito va cruzándose con los distintos personajes, arquetipos maniqueos de lo bueno y lo malo; y en una resolución que recuerda al Jonás bíblico o al desventurado Pinocho, encuentra la salvación en el estómago de un pez.
 
El elenco está conformado por una afortunada conjunción de experiencia y juventud. A la cabeza, Eduardo Gadea Pérez y Romelia Agüero, dos figuras fundamentales de la actuación en nuestro país; y junto a ellos Juliana Cuervos, Issac D´Lima, Kiwi Torrealba, Beisy Blanco, Mariana Francisco, Carlos Torres, Luisana Ortiz, Desiree Gil, Wulliams Castellano, Isaac Desiderio, José Aníbal Castillo, y Lorena Castany. Protagoniza Leonardo Pinto quién da vida al soldadito, y logra colocarlo en el camino justo entre la inocencia y la valentía. Las funciones para este clásico, versionado por primera vez en nuestras tablas, son los sábados y domingos a las 5 de la tarde.
 
Columna publicada el 08/10/2013 en el diario El Nuevo País

"Exploradores del Mundo Jurásico"




El resultado es una pieza bien estructurada en lo visual, relevante en la realización de los distintos apartados, y prolija en el cuidado de los elementos estéticos.

 
Luego de asentar su nombre como actor, productor, y gerente teatral, Robert Chacón incursiona por vez primera en la retadora tarea de la dirección, y para ello escogió, el no menos retador género del teatro infantil. “Exploradores del Mundo Jurásico”, original de Alejandro Armas, estrenada el pasado 07 de septiembre en la sala de Urbán Cuplé (C.C.C.T.) es la pieza con la que el joven creador se descubre en esta nueva faceta detrás del escenario.
 
La obra cuenta la historia de cuatro amigos exploradores -Alex, Jenny, Diego y Ana- quienes se adentran en una selva prehistórica para emprender la búsqueda de un fósil de dinosaurio muy especial, cuyo hallazgo les daría con seguridad el primer premio en una importante feria de ciencias. Sin embargo, en su recorrido descubrirán algo mucho más grande que los llevará a tener que sortear una aventura no planeada. La pieza presenta como tema de fondo valores universales como el compañerismo, el respeto a las diferencias, y la tolerancia en un marco de conciencia ecológica y ambientalista.
 
Chacón, quién además comparte los créditos de la producción general con Natasha Rodríguez, arma el tinglado con todos los aditamentos que el género exige: vivas coreografías, música original, vestuario colorido y escenografía llamativa; y le suma el uso de la proyección audiovisual como recurso de apoyo. El resultado es una pieza bien estructurada en lo visual, relevante en la realización de los distintos apartados, y prolija en el cuidado de los elementos estéticos (lo que también viene a corroborar la mano del Chacón “productor”). El elenco conformado por Juan José Guzmán, Janset Rojas, Gabriel Quiñones y Melissa Inojosa, lucen frescos y comprometidos en la representación de sus roles tipo; si bien es cierto, podrían emprender su propia exploración hacia una interpretación que les permita alejarse de los estereotipos del decir y actuar tan manidos en el género infantil.
 
Completan el afanado equipo de esta propuesta Patricia Amenta en la realización de elementos escenográficos, Dubraska Vergara en el vestuario, Dheijzywc Merchán a cargo del diseño de iluminación, la dirección musical de Juan Pablo García, y Daniel Carías al frente de las coreografías. La temporada se extenderá hasta el próximo 27 de octubre, con funciones los sábados y domingos a las 02 de la tarde.  ¡A explorar!
 
Columna publicada el 01/10/2013 en el diario El Nuevo País

"La Piel en Llamas"

 
Y allí, en la misma habitación, estos cuatro personajes destejen una trama de, engaños, manipulación e intereses creados.
 
En una habitación de hotel patinada por el tiempo y la decadencia, cuatro vidas se abren para mostrar la miseria incontenible de la ambición humana, la perversión del poder y la enfermiza relación entre el dominante y el desvalido. “La piel en llamas”, original del catalán Guillem Clua, se estrena en el país bajo la dirección general de Vladimir Vera, ahora al frente de la dirección artística del grupo Rajatabla.
 
La obra, acreedora del premio Serra d'Or de la Crítica de Barcelona como mejor texto (2005) es una visión dura, un cuestionamiento sin cortapisas acerca de la orfandad moral en un mundo en el que la línea que separa a verdugos y victimarios es muy difusa. La fotografía de una niña volando por los aires, con la espalda llameante luego de la explosión de una bomba, le valió a Salomon –corresponsal de guerra- el reconocimiento mundial. Veinte años después, regresa a ese país, tercermundista y atemporal, para recibir un premio de un millón de dólares. Su foto se convirtió en un símbolo para Occidente. Hannah es la periodista encargada de entrevistar al fotógrafo, y en sus preguntas repta velada, una intención de venganza y redención. Brown es un funcionario de Naciones Unidas que intercambia con Ida (una malograda madre prostituta cuya hija está en coma), ayuda humanitaria por favores sexuales. Y allí, en la misma habitación, estos cuatro personajes destejen una trama de engaños, manipulación e intereses creados.
 
Vera en su puesta en escena, yuxtapone en tiempo y espacio ambas parejas y sus situaciones. Decide, como es usual en sus escogencias, no restar un ápice a la crudeza del discurso y presentar al espectador un juego de imágenes descarnadas, teniendo como motivación primigenia la reflexión a partir de la bofetada, de la agitación de las emociones. Las huellas de la guerra, la manipulación política, la avaricia, la culpa, la mentira, la perversión, la bajeza humana; entran y salen de esa habitación con desparpajo y atizan. La dureza de la pieza supone un reto nada deleznable para los intérpretes. José Dominguez (Salomón) entiende la múltiple dimensión de su personaje, pero aún no logra sobrepasar una muestra de técnica. Fedora Freites (Hannah) se asume con propiedad en el escenario, y compone un personaje cuya organicidad se asoma, sin todavía aflorar. El paso de las funciones predice, sin duda, el cuajado de ambos personajes. Tatiana Mabo (Ida), responde a la densidad de su tragedia y conecta; Jean F. de Marchi (Brown) logra una interpretación eficaz y mueve a la repulsión indicada. La temporada se extenderá hasta el 13 de octubre. ¡A ver si se atreve a sentir este ardor en la piel!
 
Columna publicada el 24/09/2013 en el diario El Nuevo País