Si yo le nombro al “Tectonic Theater Project” y además le comento que es una reconocida agrupación teatral fundada en Nueva York, si añado que su director – que además es dramaturgo- ha sido nominado varias veces a los Premios Emmy y Tony (que serían como los “Oscar” de la televisión y el teatro en EUA respectivamente); que ganó premios en los festivales de cine de Berlín y Sundance; que ha dirigido para la cadena HBO; que es ampliamente conocido en Broadway y el circuito Off-Broadway, ¿no se le pintaría una involuntaria mueca feliz al saber que ese laureado artista es criollo, criollito?
Es Moisés Kauffman, y un buen día en 1987 cambió la empírica Caracas por la monstruosa Nueva York, para diez años después ser catalogado por el New York Times como “uno de los 10 personajes que había logrado transformar el ámbito cultural de Estados Unidos de América, en 1997". Todo este preámbulo curricular, además de servir como espaldarazo a un paisano teatrero de carrera impecable, (y probablemente poco conocida por estos lares, como suele suceder) es también el intro para hablar de la más reciente propuesta de la gente de Palo de Agua, la pieza “Actos Indecentes, los tres juicios de Oscar Wilde”, en cartelera del Teatro Escena 8.
En ella, Kauffman une los testimonios reales dados en el juicio al que por conducta homosexual fue sometido el escritor Oscar Wilde en 1895, con extractos de las obras del propio Wilde; enlazados a la propia visión y ficción teatral del autor, creando así una pieza de amplio valor estético y periodístico que habla de las extremadamente vigentes espinas de la intolerancia, la doble moral y la injusticia social.
Kauffman se unió a la gente de Palo de Agua para traer la pieza a nuestro país, y a decir de sus productores es una réplica del montaje original (1997) en todo: escenografía, utilería, vestuario e iluminación, tan es así, que la diseñadora de iluminación se vino a Caracas a montar su planta de luces. La diferencia estriba, por supuesto, en la interpretación de un elenco enteramente venezolano, resultado de un proceso de casting de más de tres meses que arrojó al programa de mano los nombres de Javier Vidal, Juan Carlos Alarcón, Karl Hoffmann, Rolando Padilla, Fernando Ivosky, Ebén Renan, Elvis Chaveinte, Christian McGaffney y Delbis Cardona.
Su éxito neoyorquino- dos años en cartelera- parece un testigo difícil de sostener en nuestra salas, pero eso no empaña esta oportunidad de verificar in situ el por qué este teatrero es un laureado profeta fuera de su tierra.
Columna publicada el 28/09/2010 en el diario "El Nuevo Paìs"
Es Moisés Kauffman, y un buen día en 1987 cambió la empírica Caracas por la monstruosa Nueva York, para diez años después ser catalogado por el New York Times como “uno de los 10 personajes que había logrado transformar el ámbito cultural de Estados Unidos de América, en 1997". Todo este preámbulo curricular, además de servir como espaldarazo a un paisano teatrero de carrera impecable, (y probablemente poco conocida por estos lares, como suele suceder) es también el intro para hablar de la más reciente propuesta de la gente de Palo de Agua, la pieza “Actos Indecentes, los tres juicios de Oscar Wilde”, en cartelera del Teatro Escena 8.
En ella, Kauffman une los testimonios reales dados en el juicio al que por conducta homosexual fue sometido el escritor Oscar Wilde en 1895, con extractos de las obras del propio Wilde; enlazados a la propia visión y ficción teatral del autor, creando así una pieza de amplio valor estético y periodístico que habla de las extremadamente vigentes espinas de la intolerancia, la doble moral y la injusticia social.
Kauffman se unió a la gente de Palo de Agua para traer la pieza a nuestro país, y a decir de sus productores es una réplica del montaje original (1997) en todo: escenografía, utilería, vestuario e iluminación, tan es así, que la diseñadora de iluminación se vino a Caracas a montar su planta de luces. La diferencia estriba, por supuesto, en la interpretación de un elenco enteramente venezolano, resultado de un proceso de casting de más de tres meses que arrojó al programa de mano los nombres de Javier Vidal, Juan Carlos Alarcón, Karl Hoffmann, Rolando Padilla, Fernando Ivosky, Ebén Renan, Elvis Chaveinte, Christian McGaffney y Delbis Cardona.
Su éxito neoyorquino- dos años en cartelera- parece un testigo difícil de sostener en nuestra salas, pero eso no empaña esta oportunidad de verificar in situ el por qué este teatrero es un laureado profeta fuera de su tierra.
Columna publicada el 28/09/2010 en el diario "El Nuevo Paìs"
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