viernes, 13 de noviembre de 2009

"La Boda"

¿Pueden unas tetas caídas ser la causa para suspender una boda? Pues en el teatro del desaparecido dramaturgo cubano Virgilio Piñera, sí. Y para muestra el botón que la agrupación Prometeo bajo la dirección de Noel de La Cruz presentó en su temporada de “La Boda” que desde el 16 de octubre y hasta el pasado domingo 08 de noviembre tuvo como altar fallido la sala experimental del CELARG.


Tan grotesco como la obra, sería hablar de “La Boda” sin pasar por su autor. Describir el trabajo de Piñera (1912-1979), novelista, poeta, dramaturgo y cuentista pasa por considerarlo como uno de los pilares de la dramaturgia moderna cubana e hispanoamericana. No solo se inicia con él el Teatro del Absurdo en la isla sino que es el primer autor de este borde del atlántico en hurgar esa tendencia: dos años antes de que saliera a la luz “La Cantante Calva” de Ionesco, ya Piñera había publicado “Falsa alarma” adelantándose a la utilización de recursos y temas propios de esta corriente. En la dramaturgia de Piñera deambulan personajes incomprendidos, desde una concepción en la que el absurdo viene con el argumento pero enmarcado en una forma realista, y adobado con una sucesión de elementos característicos de lo que algunos críticos del autor cubano han descrito como una estética de la negación en la que prevalece una constante inconformidad.


En “La Boda”, Flora decide suspender el casamiento al enterarse de que su prometido ha divulgado su defecto físico, mácula además que ha marcado por generaciones a las mujeres de su familia. “¡No hay boda porque hay tetas caídas!” le increpa al sacerdote desatándose una puesta en escena, que en esta propuesta del director Noel De La Cruz, se presenta cónsona con lo satírico, lo absurdo, y lo extraño que ya de por sí el texto trae. Guiños a una sexualidad reprimida, canciones con sabor latino y letras casi ridículas, personajes que se enfrentan en diálogos incomprendidos; conforman este montaje que desde el humor negro maneja la hipocresía de la moral.


Aymara Ramia como la desairada Flora, Jorge Concha como el indiscreto Alberto, Franca Peri como Julia y Rogers Lombano como Luis, amigos de los contrayentes; conforman el elenco, que si bien da muestras de una entrega genuina, deja colar su inexperiencia en la construcción de personajes y en el accionar actoral. La incompresión interpretativa de los actores, amén de algunas fallas en la dicción, dificultaron la asimilación de un texto, de por sí bastante complicado.

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