lunes, 14 de septiembre de 2009

"A 2,50 la cubalibre"




Para hablar de “A 2,50 la cubalibre”, original de Ibrahim Guerra, se hacía forzosa y placenteramente necesario despojarse de las formas para darle paso a la simple tertulia. Así, llegando bien tempranito a la función, con el escenario vacío (que esta vez no es en un teatro si no en un bar), con gente yendo de acá para allá ultimando detalles, y -cómo corresponde- enarbolando tragos; el dramaturgo, director, productor y docente teatral lanza una primera perla: “a mi me fastidiaba el no poder fumar ni beber en una obra de teatro, yo era muy botiquinero, frecuentaba los bares de Prados de María; y de ese fastidio y esa afición nació la idea de crear una obra en la que se pudiera fumar y beber”.


“A 2,50 la cubalibre” recrea, o más que recrear, admite la vida de cinco prostitutas, cada una con una historia propia, que vienen a ser una mirada al universo femenino plagado de sinsabores, metáfora a su vez, de lo que somos como sociedad. Su estreno en el 1982 produjo no poca “roncha”. La pieza abandonaba los escenarios y se trasladaba al botiquín, literalmente. El público cambiaba las butacas por las mesas de pantry, y las actrices-ficheras le “martillaban” al espectador-bebedor su “bolívita pa 'la rockola”. Ruido, peleas de arrabal, obscenidades, olores, y sabores reales constituían el cocktail. Había nacido el Hiperrealismo en el teatro venezolano y latinoaméricano.


Dos décadas después, de la mano de Lazo Producciones y bajo la dirección de Luis Fernández, las miserias de las mesoneras de “El Acuario”, vuelven a escena para traernos una versión refinada de la pieza. El estreno fue el pasado 02 de septiembre en el Teatro Bar de las Mercedes, y presentó un menú de belleza y miseria mezcladas al dente con una soberbia y conmovedora actuación de Lourdes Valera; una honesta y sentida interpretación de Nohelí Arteaga; y la fuerza y oficio de Sonia Villamizar (aunque le falta ajuste en el acento colombiano, por veces se siente impuesto). Rosalinda Serfaty y Mirela Mendoza distan en interpretación actoral y preeminencia espacial del resto del conjunto. La puesta en escena muestra muchos elementos del realismo, más que del hiperrealismo, y promueve un cuidado en las formas que podría ir a contrapelo con la concepción original de la obra. La temporada, de jueves a domingo a las 08:00 pm, alternará un segundo elenco compuesto por Beatriz Valdéz, Mayra Alejandra, Alba Roversi y Elaiza Gil. En ambos les acompaña Mimí Lazo y Erika Santiago. ¡Salud, “concañero”!


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