miércoles, 29 de mayo de 2013

"30° Aniversario del Teatro Teresa Carreño"

 
 
Desde entonces ha albergado en sus hexagonales a celebérrimas figuras mundiales de la ópera, el ballet, la música, el teatro y las artes en general.
 
Se cumplen treinta años de la inauguración de una de las infraestructuras culturales más importantes de Latinoamérica: el Complejo Teatro Teresa Carreño, verdadero ícono arquitectónico y artístico que todavía levanta aplausos por su robustez y belleza. El proyecto partió de la necesidad de ampliar la oferta cultural a un público caraqueño cada vez más ávido y, que para principios de la década de los ochenta, sólo contaba con los teatros Nacional y Municipal, los cuales pese al esfuerzo, se veían cada vez más limitados técnicamente para albergar espectáculos de gran formato.
 
Pedro Antonio Ríos Reyna (cuyo nombre identifica hoy la principal sala del complejo) para entonces presidente de la Orquesta Sinfónica Venezuela, propone la construcción de una sala de conciertos que les sirviera como sede. A principios de los 70, a través del Centro Simón Bolívar, un equipo de arquitectos liderados por Jesús Sandoval, Dietrich Kunckel y Tomás Lugo Marcano emprenden la obra decididos a dotarla de los más avanzados implementos técnicos, lumínicos y de tramoya de la época. Diez años después de iniciada su construcción, el 19 de abril de 1983, la misma Orquesta Sinfónica Venezuela con un concierto que cortaba la cinta de la segunda fase de la obra, queda firmemente inaugurada, y desde entonces ha albergado en sus hexagonales a celebérrimas figuras mundiales de la ópera, el ballet, la música, el teatro y las artes en general. La gala de este 30° aniversario a realizarse el próximo 27 y 28 de abril, unirá a las dos únicas compañías estables que nacieron –y aún se mantienen- bajo la tutela de la institución: el Ballet Teresa Carreño y el Coro de Ópera Teresa Carreño. “Doble Corchea” del insigne y recordado Vicente Nebreda, así como composiciones de Bizet, Mozart, y Verdi; un estreno a cargo del coreógrafo Héctor Sanzana, entre otros bocados, servirán para avivar el telón cumpleañero.
 
En los últimos años, varios fantasmas lo azotan en mayor o menor medida, pero fundamentales a la hora de hacer una fotografía de su actualidad. Por un lado, la merma en la infraestructura, filtraciones, falta de material, déficit de equipos, mantenimiento limitado de las instalaciones. Hace, a lo sumo un año, por ejemplo, se instaló un sistema de pantallas informativas que ya no están. Y si esta merma preocupa, más lo hace, la de la programación artística que ha ido cediendo espacios al proselitismo político. Hoy se escuchan más arengas que arias, y se ondean más banderas que programas de mano. Habrá que ver si la administración recién nombrada, se esfuerza por devolverle el brillo artístico de otrora. ¡Se ganarían el cielo!
 
Columna publicada el 16/04/2013 en el diario El Nuevo País

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