La segunda semana de competición del FESTEA 2009 arrancó el pasado martes 23 con la presentación del grupo teatral de la UNESR quienes escenificaron “Marullando” del argentino Gustavo Marull. Una bien concebida puesta en escena planteada desde la superposición de planos fue el marco para este texto que aborda de forma sentida el tema de la violencia doméstica. El jueves “Historias de abandono” del español Rubén Buren, nos habló de tormento y desamor en las relaciones humanas en propuesta del grupo Epidauro Teatro, agrupación adolescente que da chispas de claridad estética, aunque deben seguir contrarrestando inexperiencia con estudio y trabajo. Luego, Logus Teatro con el texto “Chicas del 3 ½ floppy” del mejicano Legom nos mostró una visión desde la miseria de cinco mujeres autodestructivas envueltas en un circulo de drogas, promiscuidad y superficialidad. Más que anécdotas femeninas, el texto parece plantear un crítica mordaz al sistema de valores. Lo plano de la interpretación actoral y de la propuesta escénica no lograron la comunicar la intención de un texto de tema y estilo complicados. “Demetrius” otra pieza de Legom, subió a escena el viernes de la mano de Horus Teatro, quienes con creatividad bien encaminada despertaron el interés y la reflexión, a partir de la historia en clave de humor negro de un hombre cuya mayor aspiración es ser el mejor vendedor de lavadoras de una tienda. Luego, un edificante encuentro con el dramaturgo brasileño Marcos Damaceno sirvió de preámbulo para una lectura dramatizada de su obra “Agua Revolta”, para dar paso al Grupo Experimental de Teatro de la UNET, San Cristóbal, quienes deconstruyeron el texto del colombiano Victor Viviescas “Lo Obsceno II” para, a través del teatro experimental, hablar del amarillismo en los medios. Lo críptico de la puesta en escena obstaculizó la asimilación de la propuesta, por lo que la dialéctica espectador-escena se hizo harto difícil. El abandono del texto, siendo este un festival de autor, también plantea interrogantes. Otra versión de “Historias del abandono” presentó la agrupación Kabré Teatro apostando a una cuidada teatralidad, aunque las formas prevalecieron sobre la profundización del fondo. Para cerrar la programación del festival, el día sábado Navíos Errantes de México D.F. brindó un disparo a la emoción con la propuesta de teatro-danza experimental “El Moridero”; con la que exploran ritualmente nuestra condición de fieras. Un trabajo complejo y bien desarrollado. El domingo 29 se realizó el acto de clausura del festival con la respectiva entrega de premios. Horus Teatro se alzó con Mejor Obra y Mejor Dirección.
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