Se trata de seis textos breves cuyas historias se hilan en un mismo espacio, un parque, y a lo largo de un día.
Ya
se cumplió un lustro de la desaparición física del escritor, dramaturgo,
director, y crítico mexicano Emilio
Carballido (1925-2008), una de las voces más importantes de la literatura
azteca contemporánea. Su primera obra “Rosaura y los llaveros”, estrenada en el
palacio de Bellas Artes (D.F) en
1950 marcaría el inicio de una
fructífera trayectoria que le daría a las letras hispanohablantes más de cien
obras teatrales, además de novelas, cuentos, ensayos, y guiones
cinematográficos. Sus piezas buscan retratar prejuicios, contradicciones, y formas de pensar de los diversos estratos
sociales, con cierto hincapié en la disección de la ambigua clase media.
Así
se evidencia en “Seis historias para
Emilio” del grupo Art-Teatro, un homenaje que la joven agrupación caraqueña
estrenara en el 2009 bajo la dirección de Luisa Maymó, y cuya temporada más
reciente culminó el pasado domingo 07, al abrigo del acogedor teatrino del
Laboratorio Anna Julia Rojas.
Se
trata de seis textos breves cuyas historias se hilan en un mismo espacio, un
parque, y a lo largo de un día. La propuesta abre con “Únete pueblo”, en el que
dos estudiantes de evidentes rasgos “sifrinos” participan en una protesta
callejera, sin saber siquiera el trasfondo del levantamiento. Una sátira a la superficialidad:
ninguna de las dos puede ver bien sin sus lentes, y sin embargo, no los usan
porque les resta atractivo. En “Solitario en octubre”, dos desconocidos se
cruzan, él recién divorciado, ella a punto de casarse, la duda emerge. “Tangentes”
une a una pareja de estudiantes, un anciano y una indigente, personajes en una
trama de nostalgia y pérdida. “La miseria”, uno de los textos más complejos, a
una pareja en desacuerdo por darle limosna a una mendiga. Comedia de velados
tintes reflexivos acerca de la relativa miseria de la condición humana. Un
penoso profesor vaga con su bebé recién nacido a merced del intenso frío en
“Dificultades”, un contundente texto, el más dramático del compendio, que
expone los límites de la desesperación en un hombre abrumado, una vida de
aspiraciones aplastadas por los problemas familiares y un trabajo mal
remunerado. Por último “Domingo delicioso”, presenta en tono de franca comedia
a dos amigos que pretenden pasarla “a lo padre” con dos prostitutas, pero el
alcoholismo de los cuatro les voltea las intenciones. Una ligera pero afilada
sátira a la borrachera. Mariafernanda
Fuentes, Robert Castro, Angel Pelay, Juan José Guzman, Jorge Martínez, Luisa
Maymo, y Oreana Cordero, conforman el elenco que da vida a esta propuesta que
pretende seguir llevando a otros escenarios esta radiografía del ser
latinoamericano.
Columna publicada el 09/07/2013 en el diario El Nuevo País
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