Todo niño sueña con ser un súper héroe, tener súper poderes, volar, derribar paredes, pilotar extrañas naves, lanzar rayos con los ojos, y si no es mucho pedir (así lo pensábamos algunos por lo menos,) poder convertir en helado las cremas de vegetales y las ensaladas -¡puagh!-. Tal como Daniel, el pequeño protagonista de “Súper Héroes” obra infantil original de Marlubi Gómez y Alexander Rivera (éste último también a cargo de la dirección general) que desde el pasado 09 de febrero arrancó su temporada en la sala Urbán Cuplé del C.C.C.T. los fines de semana a las 02 de la tarde.
Daniel, es un fanático de los superhéroes que sueña, dormido y despierto, con convertirse en uno y salvar al mundo. La noche en que los villanos Corruptela, Dr. Violento y Mr. Opresión escapan de la prisión de Arkham y emprenden un nuevo plan para apoderarse del planeta, verá su deseo cumplido al unirse a Batman, Hulk y la Mujer Maravilla en un intento por atrapar a los malvados y restablecer el orden.
El texto plantea una historia sencilla, muy propia del universo del comic, salpicada con colocadas dosis de humor, que busca resaltar valores cercanos y necesarios en la niñez como el trabajo en equipo y la creencia en uno mismo. La puesta en escena ideada por Rivera se hace de los correctos aditamentos del teatro infantil y juega con coreografías simples, música pegajosa, vestuario vistoso y personajes tipo. En el centro del escenario, la cama del pequeño, que luego se convertirá en el tablero de mando del cuartel de los malos; un fondo decorado con paneles que al desdoblarse recrean el interior de una nave y una pared de ladrillos a la izquierda conforman un espacio escénico bastante sobrio. Mayor nivel de detalle puede observarse en los vestuarios, cuyo diseño y elaboración dan cuenta de una producción atenta. La Iluminación, no obstante, lució bastante plana tomando en consideración el género.
Para destacar, el valeroso trabajo de Aarón Alcalá Velazco quién con apenas seis años toma la responsabilidad de llevar adelante el rol protagónico. Además del alarde de memorización del texto, se sobrepone a la ansiedad natural y evidente, y se mantiene concentrado de principio a fin. Por el lado de los malos, Kelvis Martíz, Kenia Carpio y Kevin Jorges caracterizan con una comodidad sustentada en la gesticulación y la ampulosidad corporal . (Uhmm, interesante lectura la de los villanos que amenazan acabar con nuestra sociedad: Corruptela encarnada en una mujer muy atractiva, deseable, Dr. Violento como un hiperquinético indetenible y Mr. Opresión es un político de nariz “pinochesca”). Juan José Guzmán (Batman) y Suki Landaeta (Mujer Maravilla) tienen en sus roles material para sacarle punta y poder presentar personajes más perfilados y que logren traspasar el "como debe ser" inmediato de un super héroe. Al final, el emocionado aplauso de los chamos indica una ¡misión cumplida!
Columna publicada el 12/02/2013 en el diario El Nuevo País
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