sábado, 21 de agosto de 2010

"Inauguración FESTEA 2010"

Logró concretar su séptima entrega el Festival de Teatro de Autor FESTEA, iniciativa que desde el 2004 lleva adelante la agrupación Pathmon Producciones con un formidable esfuerzo, que más parece terquedad casi masoquista, puesto que por estas calles lejos de apoyar y fortalecer tales impulsos, se les coloca cada día más obstáculos.

Empeño, constancia y demasiado amor por el teatro (porque si hay algunos a los que les calza al dedillo aquello de “por amor al arte” es a los teatreros) lograron sacar adelante una convocatoria que reúne a más de veinte agrupaciones nacionales y a un invitado internacional, el grupo La Concepción” de Chile quienes vendrán con “Canción para caminar sobre las aguas” de Hernán Rivera Letelier y cerrarán el festival con par de funciones el 28 y 30 de agosto. La inauguración del encuentro, que este año lleva como tema “Tetralogía del Teatro Venezolano”, corrió por cuenta de los organizadores el pasado 04 de agosto en el Teatro Alberto de Paz y Mateo, con la puesta en escena de “Una medalla para las conejitas” original de César Rengifo, quién junto a Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas, y Román Chalbaud completa la cuarteta de dramaturgos protagonistas en esta fiesta teatral sin bonche.

El Teatro San Martín, consecuente colaborador del Festival, declinó su apoyo este año; en la UNEARTES dijeron que no porque para esta fecha está de “vacaciones” (bien que el semestre académico pause, pero ¿las salas? ¡que absurdo!); y la Juan Bautista Plaza, recientemente nombrada sede de la Compañía Nacional de Teatro, tampoco prestó sus tablas al FESTEA pues alegó que ya tenía la programación copada (pues sería genial que se difundiera masivamente porque de esa programación muy poco se sabe); así que el Laboratorio Anna Julia Rojas en Bellas Artes, la Sala Cabrujas en Chacao, la sala Altosf en Parque Central y el Teatro Bar de Las Mercedes serán finalmente las sedes en las que hasta el próximo 30 de agosto se podrán apreciar las propuestas de noveles colectivos artísticos que competirán en trece categorías incluyendo mejor actor, mejor actriz, mejor dirección y mejor producción.

La grilla del festival se puede conseguir en http://festea.blogspot.com. En próximas entregas hablaremos de las agrupaciones participantes.


Columna publicada el 16/08/2010 en el diario "El Nuevo País"

"Escena Nacional 2010"

Una nueva iniciativa se asoma en el horizonte artístico con la implementación de “Escena Nacional 2010” ideado por la Plataforma de las Artes Escénicas y Musicales del Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Este proyecto piloto tiene el “objetivo de rescatar, promover y difundir la creación y la memoria artística criolla, para lograr la identificación e incentivar el sentido de pertenencia del pueblo venezolano con su patrimonio cultural, convirtiéndose en un espacio permanente de exposición de la danza, el teatro, la música y el circo en todo el territorio bolivariano”; lo que adjetivos y rimbombancia estatal aparte se traduce en una iniciativa sencilla: las agrupaciones tendrán en los espacios bajo tutela del Estado una oportunidad para proponer sus trabajos y optar a formar parte de una programación semanal contínua que podrá ser disfrutada por el público con entrada libre. El programa, que arrancó en junio, se extenderá por todo el territorio nacional y contempla también actividades de capacitación, formación e intercambio profesional; así como un importante flujo ida y vuelta entre las agrupaciones capitalinas y de provincia. La sala Alberto de Paz y Mateo correrá con la programación en Caracas, y se le sumarán otras del interior, como por ejemplo el Teatro Jacobo Ramírez, de San Felipe, por citar una que ya arrancó con su oferta.

Justo en el marco de este proyecto, la agrupación Sospechosos del Teatro originaria del Edo. Nueva Esparta cambió por unos días el sol de Margarita por el bullicio caraqueño para ofrecernos una minitemporada el pasado fin de semana de la pieza “Creo que no me has entendido bien” del dramaturgo y director hispano-argentino Rodrigo García, bajo al dirección de Erick Álvarez. García es hoy uno de los autores españoles más representados y a la vez más cuestionados; se puede decir que su puño y letra es amado-odiado a partes iguales. Con su agrupación “La Carnicería” (que tuvimos oportunidad de ver alguna vez en el extinto -triste es decirlo- Festival Internacional de Teatro de Caracas), García apuesta por un teatro primordialmente físico, radical y provocador empeñado en desnudar los vicios de la sociedad actual a la que asume como “injusta y enferma”. En “Creo que no me has entendido bien” se acusa frontalmente en un tono poético y violento temas como la educación, la crianza, y el dinero como sinónimo de felicidad.

Iniciativas como “Escena Nacional” siempre resultan fascinantes en papel y concepto. Como dolientes hacemos votos para que en la práctica este proyecto signifique un aporte efectivo, alejado de la burocracia y los filtros complacientes. De partida, un reto inmenso para el Alberto de Paz y Mateo: lograr la respuesta contundente del público en un teatro que tiene como antesala indigencia, harta basura y pocas facilidades de acceso. ¡Poco lograremos si en una función hay más artistas en el escenario que público en la sala!

Columna publicada el 10/08/2010 en el diario "El Nuevo País"

"El Decameron"


Corre el siglo XIV y Europa es arrasada por la tristemente célebre pandemia de peste negra. Para escapar de la posibilidad y el espanto de ser contagiados, siete mujeres y tres hombres, huyen a las afueras de la ciudad de Florencia y se refugian en una villa a la espera de que la peste pase. Estos diez personajes, para matar el aburrimiento, deciden contar cada uno, una historia por cada día de los diez que les tomará el aislamiento. Este es el marco referencial que le sirve al escritor italiano Giovanni Bocaccio (1313-1375) para ubicar a sus personajes y dar curso a “El Decameron” (del griego “déka”-diez- y “hemerai”-días-) trabajo literario que reúne un compendio de cien historias que hablan de los pecados humanos. La obra, convertida hoy en una de las fundamentales de la literatura universal, sentó las bases de lo que sería la prosa renacentista y anticipó el carácter humanista que definiría al Renacimiento, dejando atrás los ideales teocéntricos del medioevo.

La agrupación teatral Prometeo, siempre bajo la dirección general de Noel de la Cruz, trae a la sala 1 del CELARG una puesta en escena sobre algunos textos escogidos de “El Decameron” (por supuesto, sería insensato pensar en montar el libro completo) en versión de Héctor Quintero Viera, uno de los dramaturgos cubanos más importantes de la contemporaneidad. El montaje nace en el año 2009 en el marco del taller de formación actoral dictado por De La Cruz, siendo estrenado en el FESTEA de ese mismo año. El buen sabor dejado por la experiencia, le llevó a reinventar el montaje y llevarlo a escena con un elenco que reúne a profesionales de trayectoria y a jóvenes promesas en un mismo escenario. La sencillez en las formas y el peso en el contenido define las líneas con las que este montaje se dibuja, dejando que el humor y la picardía hagan lo suyo al enfrentarse a temas como la avaricia, la lujuria y la doble moral eclesiástica.

La temporada se extenderá hasta el próximo 29 de agosto, de jueves a sábado a las 08:00 pm y los domingos a las 06:00 pm

Columna publicada el 03/08/2010 en el diario "El Nuevo País"

lunes, 2 de agosto de 2010

"EL Marinero"

Un sonido marino, un espacio diminuto que al mismo tiempo se convierte por obra y gracia de la escena en el infinito marco del océano; un silencio, una quietud, un azul que es el del mar y el del cielo; y de pronto irrumpe la palabra... el espacio se va llenando de un verbo que, como olas va y viene, arrastrando en su ritmo pendular un sentimiento cuyo nombre no tiene traducción en español, un sustantivo que solo puede ser entendido por una raza de navegantes: “saúdade”, palabra portuguesa que define una especie de nostalgia única, que va firmemente arraigada a los orígenes, a la tierra y al mar en el que se nace. Con esa “saúdade” en la sangre escribió Fernando Pessoa -el más grande poeta portugués del siglo XX- su poema “El marinero” que bajo la dirección general de Germán Mendieta llega al espacio íntimo del teatrino del Laboratorio Anna Julia Rojas hasta el próximo 01 de agosto, como un homenaje a su fundador Horacio Peterson.

El marinero”, escrito hacia 1913 es un poema dramático en el que el autor lusitano presenta el mundo interior de tres hermanas que velan el cadáver de una cuarta, teniendo como marco la noche marina y como final inevitable la llegada de la luz del día, punto inevitable en el que la ensoñación ya no es posible. Es en definitiva un discurrir filosófico entre lo real y lo soñado, una metáfora épica con la que Pessoa se interna en los laberintos de la vida y la muerte, angustia reconocible en este autor, que en lo personal mostró su interés en lo esotérico y en el mundo de las fuerzas ocultas.

La puesta en escena ideada por Mendieta, rescata el carácter onírico del poema, recurre a imágenes que se cuelgan de la imaginación y busca mantener para el público el carácter teatral del poema. Las actuaciones de Karla Fermín, Cristina Klatt y Olivia Parra, no obstante su dedicación y pulcritud, dejan descansar los personajes –si los hay- en un evidente buen decir de la palabra, dejando una deuda interpretativa que se acrecienta con la utilización recurrente de clichés en las entonaciones, ademanes y posturas; lo que en un texto de lenguajes y sentido casi críptico, aleja al espectador de su entendimiento y disfrute pleno.


Columna publicada el 27/07/2010 en el diario "El Nuevo País"



"Crónicas Palahniuk"

Cuando se lee a Chuck Palahniuk (Washington, 1962) se asiste a una exposición de lo turbio. A su literatura se le ha tildado de provocadora, sórdida, carente de tapujos. Sus lectores lo ubican como un autor de culto y sus detractores como un pueril y estancado exponente de lo escatológico. Sea como sea Palahniuk es hoy uno de los novelistas “malditos” más populares alrededor del mundo. “El Club de la pelea” (1999), película protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt es una adaptación que el director David Fincher hace de la novela homónima de Palahniuk, su novela más exitosa hasta la fecha. Los personajes de Palahniuk son individuos generalmente marginados, “fenómenos” que se debaten entre sus impulsos interiores y el status quo, el cual resulta las más de las veces, severamente cuestionado en el transfondo del relato.

Por otro lado, Vladimir Vera es un joven teatrero que se “caló” (en el buen sentido de la palabra, dondequiera que lo haya) los salones del extinto IUDET antes de irse a Barcelona, España a seguir en su terco empeño en hacer teatro, y lo hizo. Con su propia agrupación, Teatro Forte, y un elenco enteramente catalán estrenó en 2009 “Crónicas Palahniuk”, versión teatral de “Fantasmas”, una novela en la que el autor norteamericano reúne, en un recurso que recuerda a el “Decameron”, las historias que se cuentan unos a otros un grupo de personas aisladas de su entorno natural. Y desafiando el axioma de que nadie es profeta en su tierra (bueno, y también, confesémoslo, esperando resolver asuntos con la visa), Vera se trajo su grupo de vuelta a casa y en co-producción con el TET reestrenó, con un elenco enteramente criollo su propuesta, que va a su segunda temporada esta vez en la Sala José Ignacio Cabrujas.

La puesta en escena abre con una proyección de video-art que muestra una sucesión de imágenes, para algunos chocantes, como anticipando al espectador para lo que viene: cinco monológos a carne y palabra rasgada que nos acercan a un lado del que quizá no quisiéramos que nos hablaran, pero ya es irremediable. Temas como el materialismo, la sexualidad, la religión, la pérdida de los valores familiares, nos son lanzados, más bien escupidos, a la cara por unos personajes autodestructivos que echan mano del humor negro. Las actuaciones de María Fernanda Parra, Gabriel Aguero, Nadeschda Makaganow, Fedora Freites y Jesús Sosa resultan sencillamente equilibradas y contundentes. La dinámica de la puesta en escena sucumbe un poco al origen narrativo del texto, lo que sin ir en desmedro de la calidad de la propuesta, deja el sabor de que puede explotarse más el lenguaje y ritmo teatral . En definitiva, una buena bofetada para ser recibida los viernes y sábados a las 08:00pm y los domingos a las 06:00 pm, hasta el 01 de agosto.

Columna publicada el 20/07/2010 en el diario "El Nuevo País"

"La Casa de Bernarda Alba"

Bernarda la matriarca, la tirana, la déspota, la viuda que bajo un luto inquebrantable somete a sus cinco hijas al encierro, al aislamiento. Bernarda, el personaje, el símbolo de un poder tiránico que apoyado en su bastón pretende dictaminar, sin contraposición posible, el derrotero en la vida de quienes le rodean. “La casa de Bernarda Alba”, acaso la pieza más representada del magistral poeta y dramaturgo Federico García Lorca, es un texto que destila la inseparable sinergia poesía-teatro que caracterizó la dramaturgia de este autor, el más grande en la literatura española del siglo XX, nacido en Granada (1898) y muerto absurdamente a balazos durante la Guerra Civil Española (1936).

El Teatro del Contrajuego, bajo la dirección general de Orlando Arocha, sube a las tablas de la Sala 2 del CELARG hasta el próximo 07 de agosto una nueva propuesta de este texto de importancia universal.

El típico e impuesto silencio dominante en la casa-cárcel de Bernarda Alba se ve trastocado por la llegada de Pepe el Romano y su intención de casarse con Angustias. Pepe el Romano, nunca aparece físicamente en la pieza, pero es el catalizador de todo el drama desatado en ella.

Lorca a partir de un universo enteramente femenino, plantea con cada personaje un simbolo, un estereotipo. Angustias,la mayor, ve en su casamiento con el Romano un escape, no una ilusión. Tiene casi cuarenta años, se han apagado en ella pasiones y alegrías y aún así persiste en ella el deseo de ser libre. La menor Adela, de veinte años, encarna la rebeldía, la vitalidad. Desafía de frente el poder de su madre, lo que la conduce a un destino trágico. En el medio de ellas, Magdalena y Amelia, asumen con resignación el yugo materno. Resentimiento y tímidez son los conductores de una existencia que se presiente sin propósito. En Martirio, la frustación de una boda impedida por diferencias sociales es el amargo condimento que agria su devenir. Con la críada Poncia, se hace evidente el clasismo. Por último, María Josefa, madre de Bernarda, una anciana cuya locura le permite expresar lo que las hijas no pueden (ya lo dice el dicho “sólo los locos, los niños y los borrachos dicen la verdad”). En definitiva, todas ellas un colectivo heterogéneo que vive bajo el sofocante dominio de una sola voz, de una única presencia impuesta a la fuerza.

La tradición, el autoritarismo, el deseo de libertad, los prejuicios sociales, son algunos de los tópicos sobre los que versa el autor a través de estos personajes que en poesía, sangre y huesos son interpretados por Diana Volpe, Haydee Faverola, Antonieta Colón, Natalie Cortéz, Jennifer Morales, Carolina Torres, Ana Melo, Gladys Seco, Maritza Briceño y Gema.


Columna publicada el 13/07/2010 en el diario "El Nuevo País"