lunes, 28 de diciembre de 2009

"Ubú Rey"

Tábula Rasa

Y aconteció que con un matiz de acto justiciero aquél hombre destronó al gobierno establecido. Pero una vez en el poder va exterminando desde los nobles hasta a los campesinos, va amasando poder absoluto y deviene en un déspota tirano. Pero no sea malsano y piense lo que no es, estos acontecimientos nada tienen que ver con estos lares, sucedieron en Polonia; y es más, se trata de pura, purita ficción, y por lo tanto cualquier parecido con alguna cotidianidad es producto de su retorcida imaginación. No insista, no hablamos de hechos reales, sino de la trama de una de las piezas cumbres de la dramaturgia universal: “Ubú Rey” del francés Alfred Jarry, que el pasado domingo 20 finalizó su temporada de estreno en la Sala Rajatabla como montaje de graduación de una nueva promoción del Taller Nacional de Teatro, bajo la dirección general de Rufino Dorta.

Escrita por Jarry cuando contaba apenas con quince años y estrenada en 1896 (¿lo ve? eso fue hace mucho), la pieza fue todo un escándalo desde su apertura del telón y suscitó agrias reacciones. Precursora del surrealismo francés, araña con afilada intención el ejercicio abusivo del poder, encarnado en el personaje del Padre Ubú, quién junto con su esposa reflejan el despotismo, la mentira, y el caos político desde una mirada satírica.

El autor nos habla del abuso del poder y como éste manipula a las personas y se olvida del colectivo", resume el director de la propuesta “rajatabliana”, quien trae una puesta en escena concebida dentro de un ambiente circense en el que los malabarismos, las máscaras y los payasos toman vida en clave de farsa, de la mano de 19 graduandos luego de un trabajo de cuatro meses de montaje.

Jean Franco De Marchi, Danique Weill, Abilio Torres, Derwin Campos, Ángel Pájaro, Eliana Terán Scarpati, Jhondeiro Leal, José Lugo, Génesis Rodríguez, Maryelis Rivas, Karen Ramírez, Carolina Rico, María Hernández, Evelia Di Gennaro, Mayela Hernández, Kerllyn López, Lindsay Penagos, Miosothis Pineda y Sahara Alvarez; conforman el novel elenco de este trabajo con el que Rajatabla acumula ya veinte promociones de este proyecto de formación actoral dirigido a jóvenes.

Con “Ubu Rey” Rajatabla cierra su programación del 2009, para retomarla luego de la resaca decembrina y con la misma (obra, no resaca) abrir fuegos en el 2010. "Hay que desempolvar esos clásicos, además es el momento de decir cosas", palabras del director.

"Kombit"

Las primeras referencias que tuve de Haití, siendo todavía un niño, eran felices y dulces. Todas las semanas preguntaba de dónde es que era ese acento sabrosón de Jean, el heladero que fielmente esperaba a la salida del colegio y mamá, pacientemente, todas las semanas me explicaba “de Haití , Manuelito, de Haití”. Para mí yo de ocho o diez años, los haitianos eran la gente más chévere del mundo, pues los pocos que conocía se dedicaban al mejor oficio que podía existir:vender helados. Ya adolescente, las noticias de repetidas crisis políticas, golpes de estado e inestabilidad social despertaron mi curiosidad por aquella región de las Antillas Mayores, que junto con la República Dominicana conforma lo que antiguamente Colón bautizó como La Española.

Indagando sobre la tierra natal de Jean, me sorprendió saber que había sido el segundo país en nuestro continente en declarar su independencia, luego de que lo hiciera Estados Unidos. Y además fue la primera nación del mundo en la que los esclavos lograron la abolición de ésta práctica denigrante. Ambas distinciones evidencian el carácter rebelde del pueblo haitiano. Y es precisamente ese carácter el que sale a relucir en el proyecto “Kombit” desarrollado por la Compañia Nacional de Teatro en coproducción con la comunidad haitiana asentada en nuestro país, y que este pasado fin de semana cerró un nuevo ciclo en funciones desde el viernes 04 al domingo 06 de diciembre, luego de una primera temporada realizada del 08 al 11 de octubre pasados.

Kombit” es una propuesta en la que el espectador hace un recorrido cultural, étnico, político e histórico por Haití, a través de varias estaciones instaladas en los jardines del Museo de Ciencias. El sincretismo, las costumbres, los rostros, los dolores y las alegrías de esta pedazo caribeño se transitan desde una puesta en escena de marcado énfasis documental, diseñada teatralmente para que el asistente sea partícipe de una experiencia en la que la imagen, la música, la danza y la religión se integran para acercarnos a la identidad haitiana. En los 45 minutos que dura el recorrido hasta se puede presenciar una caimanera de fútbol, deporte de importancia fundamental en su día a día (ya fueron a un Mundial y todo).

Al final, se cierra la travesía con un baile en el que se funden público y artistas, amenizados por una música en vivo cantada en kreyól (creole o criollo) el idioma que les distingue, y que comparte con el francés como lengua oficial. Yo como no bailo ni los ojos, me hice más al jamaiquino y ¡huí marcando 100 mts en menos de 10 segundos!


viernes, 4 de diciembre de 2009

"Cuando los perros se huelen la cola"

Cuando buscaba la manera de iniciar esta columna, me vino a la mente una imagen que seguramente muchos reconocerán. Es una de esas litografías hechas en serie y que tanto demanda tuvieron por allá en los 80. Se trata de un cuadro en el que un grupo de perros, de raza surtida, reunidos en un antro, juegan a las cartas, fuman y beben. ¿Lo ubican? Esa humanización muchas veces me hizo pensar en un mundo al revés, en el que los perros dominan y el hombre es la mascota. Algo así como un “Planeta de los Simios” pero de perros. Si así fuera, ¿sería yo un ejemplar con pedigrí, doméstico, con afecto y tres raciones de humanarina diarias? ¿O ejercería más bien como un ejemplar de trabajo, mascota de los perros-bomberos, o de los perros-guardias nacionales? (sin alusiones...) ¿Sería quizá un humano callejero, sarnoso y descastado?

Toda estas consideraciones caninas vienen a propósito de la pieza “Cuando los perros se huelen la cola” original del dramaturgo venezolano William Urdaneta, que se presentó en una única función el pasado domingo 29 en el Teatro Municipal de Valencia, bajo la dirección general de Antonio Gallardo. La obra ganadora en el Certamen Mayor de las Artes 2004, plantea una revisión del ser humano desde el punto de vista de dos canes. Bobby (Antonio Gallardo) es un perro de raza que ha escapado de su casa y abandonado las comodidades domésticas en nombre de la libertad y el libre albedrío. Sultán (Enrique Reyes) es un “cacri” que siempre ha vivido de basurero en basurero. Ambos tienen una visión particular del hombre y desde ahí la pieza hace una interesante disección sobre la condición humana poniendo en tela de juicio nuestra llamada superioridad racional.

Lo frágil de nuestra moralidad, nuestros valores y anti-valores, nuestros defectos y virtudes salen a relucir de la mano de una puesta en escena sencilla pero contundente, sostenida por un trabajo actoral honesto y bien llevado. Esta propuesta de la agrupación carabobeña Sociedad Urbana, apunta a inocular en el espectador un espíritu autocrítico, un reflexión que lleve a la acción ante la realidad que se nos impone: somos el instrumento de nuestra propia destrucción.

La función tuvo como postre un sorpresivo y merecido homenaje al maestro Gallardo por sus 35 años de trayectoria teatral, quién desde la Parroquia La Candelaria de la capital carabobeña, ha impulsado de forma permanente y efectiva el desarrollo del arte escénico a nivel regional y nacional. ¡Vayan para él los más fuertes ladridos!

martes, 1 de diciembre de 2009

"Backstage"

Se hace “blackout”, los aplausos arrancan, la luz vuelve, los actores se toman de la mano y corren a proscenio para recibir el verdadero pago que les hace sustentable, no la vida, sino la existencia: el aplauso del público. Si éste ha quedado realmente complacido es probable que el ritual del saludo se repita dos o tres veces (cuentan algunas leyendas que hay aplausos que se han extendido por horas, días, años...). Y es allí, cuando el último asistente abandona la sala, que una nueva obra parece surgir. Un grupo anónimo se apodera de las tablas para ordenar la utilería, recoger la escenografía, limpiar el escenario, desmontar luces, guardar el vestuario; sin que haya nadie ya en la butacas que les grite un ¡Bravo!. Pero tras bastidores, ajenos al aplauso y dirigidos por la penumbra el equipo técnico se hace partícipe también de la magia. De ese universo nos habla “Backstage”, pieza original de Carmen La Roche, que nos trae la gente de Los Productores A.C. bajo la dirección general de Gabriel Blanco.

Inspirado en el género del musical, el montaje se adereza con la interpretación en vivo de grandes clásicos de Broadway, traducidos al español, en voz y cuerpo de unos personajes que sueñan con ser reconocidos y, que descubriéndose a sí mismos se darán cuenta de que para ser una “estrella” no hacen falta las marquesinas.

Simona Chirinos, Gabriel Blanco, Roy Lorenzo, Domingo Balducci, Celsa Castillo, Gabriel Agüero y Sarah Scuzzarello, conforman el elenco que bajo la dirección coreográfica de Roy Lorenzo, la dirección vocal de Domingo Balducci, el diseño de iluminación de Alfredo Caldera, las fotografías de Andrea Hunck, la producción ejecutiva de Alyeska Gil y la producción general de Robert Chacón; se estará presentando hasta este domingo 29 en Teatrex, con funciones los jueves, viernes y sábados a las 08:00 p.m. y domingos a las 06:30 pm. Vaya a esas personas que hacen posible que el espectáculo continúe, este ¡merecido homenaje!