miércoles, 29 de julio de 2009

"La peor de todas"

Sor Juana Inés de La Cruz es una de las figuras más importantes de la literatura hispanoamericana. Y habiendo nacido mujer, sido monja y vivido a finales del siglo XVII haber alcanzado tal preeminencia no es poca cosa. Nació como Juana de Asbaje y Ramírez, y a los veinte años, teniéndola como única opción para que una mujer de su época pudiera dedicarse al estudio, se internó en el Convento de San Jerónimo recibiendo sus votos en 1699. Durante el claustro desarrolló la mayor parte de su obra y alcanzó una madurez literaria que le llevó a ser frecuentemente solicitada para escribir obras por encargo. Así vieron luz innumerables décimas, sonetos, obras de teatro, etc, que transitaban entre lo religioso y lo pagano. Su placer por el saber le llevó a reunir en su celda una colección de más de cuatro mil volúmenes, flanqueados por instrumentos musicales y científicos que evidenciaban sus conocimientos en matemáticas música, astronomía, artes plásticas, filosofía; por mencionar sólo algunas.

Pero en un siglo signado por el oscurantismo y el poder patriarcal de la Iglesia Católica, no les fueron perdonados su sed de conocimiento ni su defensa al derecho femenino a pensar y ser por sí misma. Una carta: “La respuesta a Sor Filoteas” (considerada por muchos un primigenio manifiesto feminista) en la que exponía su libertad de espíritu criticando un sermón dado por el Obispo de Puebla, fue el inicio de una coerción inquisitorial que la obligaría a abandonar la escritura y a deshacerse de sus libros e instrumentos. En su abjuración firmaría con sangre como “La peor de todas”.

Y tal es el título que la dramaturga venezolana Iraida Tapias da a su más reciente propuesta que desde el pasado 22 de julio se escenifica en las tablas del Teatro Trasnocho a cargo de Water People Theater Company, bajo la dirección general de Juan José Martín. La pieza busca plasmar la admiración y respeto que inspira esta mujer, una adelantada a su época, que tuvo que subyugarse al poder: “Reencontrarse con el coraje, talento, valentía de una mujer de finales del siglo XVII frente a los prejuicios machistas, de clase y origen, reafirman el compromiso de seguir haciendo un teatro que quiere conmover el alma y la razón del espectador” señala la autora. Giovanny Really, Andreína Blanco, Rebeca Alemán y Gerardo Soto son los intérpretes que enmarcados en el México antiguo extrapolan la vigencia, cuatro siglos después, de una discusión que enmarca la “ignorancia y el saber; la justicia y la injusticia, las limitaciones sociales, la desigualdad y el abuso de poder”. Las funciones de “La peor de todas” se extenderán hasta el próximo 22 de octubre sólo los miércoles y jueves a las 08:00 p.m.

miércoles, 22 de julio de 2009

"El pez que fuma"

Personajes esperpénticos, seres del bajo mundo, miseria, desamparo, el folcklore y lo mágico-religioso, la corrupción moral, social y política: he aquí parte del microuniverso que en la dramaturgia de Román Chalbaud busca su Bing Bang para explotarnos en el rostro una crítica que nos saque del letargo. Desde sus primeras entregas por allá por los años cincuenta Chalbaud mostró su preocupación por una palabra y una escena que reflejara la problemática venezolana, convirtiéndose, junto a José Ignacio Cabrujas e Isaac Chocrón, en eje fundamental de nuestro teatro contemporáneo.

“Sagrado y obsceno”, “Caín adolescente”, “Los Ángeles terribles”, “La quema de Judas”, entre otras, nos han ido dejando personajes transgresores que luchan por abrirse paso en una sociedad que los ha engendrado en desventaja. “El pez que fuma” estrenada en 1968 y llevada al cine en 1977 por el mismo autor, es uno de esos títulos insalvables dentro de nuestra dramaturgia; y cuarenta años después de su estreno vuelve a las tablas para ser el Montaje Profesional de los graduandos de la próxima promoción de la UNEARTES Teatro bajo la dirección general de Dairo Piñeres.

Un bien concebido espacio escenográfico bifrontal sirve para recrear el famoso burdel en el que prostitutas, chulos, lisiados, ex convictos y vendedores de poca monta hurgan una trama en la que se devela la lucha por el poder que pasa de mano en mano, sin mayores méritos. En su origen, no era difícil inferir este decaído prostíbulo como la metáfora de un país acostumbrado a que lo desangren, y cuarenta años después, la vigencia de la pieza es innegable. Dolorosamente innegable.

Una correcta puesta en escena, de oficio, con una sobria iluminación y matizada por los acordes de Héctor Lavoe abona el terreno para que los futuros Licenciados desarrollen las habilidades escénicas que han adquirido durante el periplo académico. En este apartado habría que fortalecer esfuerzos para alejar la interpretación actoral de la resolución externa e inmediata, volverla más orgánica, lo que contribuiría a limpiarla de la innecesaria presencia de clichés. Vale destacar el buen trabajo vocal del conjunto, aunque el personaje de La Argentina deberá ajustar la dicción y el acento, ¿viste?

José G. Algara, Luis A. Ramirez, Adriana Galíndez, Dayana Caro, Theylor Plaza, Lismar Ramirez y Sirgalyn Carrasquel, junto con un grupo de actores invitados, conforman el elenco del “El pez que fuma” cuya temporada se extenderá hasta el próximo 26 de julio en la Sala Rajatabla. La entrada es libre.

jueves, 16 de julio de 2009

"La visita de los Generales"

"La vagancia me llevó a la escena”, dijo alguna vez refiriéndose a sus inicios uno de los nombres más importantes en el teatro venezolano contemporáneo: Gilberto Pinto (Premio Nacional de Teatro 1999). Y es que han pasado seis décadas desde aquella mañana en la que hojeando un ejemplar de El Nacional abandonado en una mesa de billar, descubrió unos cursos de capacitación teatral dictado nada menos que por el maestro mexicano Jesús Gómez Obregón. La curiosidad y lo desocupado le llevó a asomarse por aquellos lares, sin tener ningún interés real por el teatro, pero lo que vio le gustó, y el gustico le duró por el resto de su vida. Como docente, dramaturgo y director Pinto ha despuntado en nuestros escenarios con una temática siempre comprometida con lo social, con la crítica. No cree en el teatro de evasión. Su agrupación “Teatro del Duende” arranca en los años 50 con una firme posición contestataria y antidictatorial. Con esa visión de un teatro transformador, de un teatro para la toma de conciencia, ha escrito piezas fundamentales como “El hombre de la rata”, “La noche moribunda”, “El peligroso encanto de la ociosidad”, “La muchacha del blue-jeans”, “Los Fantasmas de Tulemón”, “La guerrita de Rosendo”, “La visita de los generales” entre tantas otras. Y es ésta última, “La visita de los generales” ganadora del IV Premio de la Feria del Libro, su más reciente puesta en escena. Después de leer la historia real de un físico estadounidense al que diagnostican un cáncer incurable y es obligado a pasar los últimos días que le quedan dictando sus descubrimientos, a Pinto le quedó sonando el tema durante años. De ahí surge la pieza como una “denuncia a la miserable persecución que sufren los sabios o científicos atómicos (...) considero que hoy los científicos que quieren dedicarse a la investigación están dominados o chantajeados por los gobiernos o por los perros de la guerra para que construyan armas, cada vez más sofisticadas. Esa es la idea principal de mi obra”. Y es que la proliferación de armas de destrucción masiva es una amenaza latente para la especie humana, basta revisar los titulares que dan cuenta del nerviosismo que despiertan los escarceos de Irán y Corea del Norte con sus juguetes atómicos. Sin contar los arsenales que a la calladita tienen las potencias occidentales, por si acaso a algún fundamentalista se le da por apretar el botón rojo. Es decir, ¡estamos rodeados!

Protagonizada por el primer actor Carlos Márquez acompañado por un elenco de lujo conformado por Francis Rueda, Germán Mendieta, Vito Lonardo, Alexis Farías y Daniel Jiménez; “La visita de los Generales” estará hasta el próximo 19 de julio en la Sala de Conciertos de la UNEARTES (antigua sede del Ateneo de Caracas) en funciones los jueves, viernes, sábados, a las 8:00 pm; y los domingos a las 6:00pm. La entrada es gratuita.

jueves, 9 de julio de 2009

"Topografía de un desnudo"

Por allá por los años 60, mientras en el mundo se abrían puertas a movimientos progresistas, ocurrían marchas a favor de los derechos civiles, se alzaban protestas anti-bélicas, se adelantaban procesos a favor de minorías, se izaba el “paz y amor” como bandera; aquí mismo al lado, en Brasil, en Río de Janeiro se ponía en marcha la Operación Mata-mendigos, con la que se ordenaba el exterminio de indigentes a través de redadas policiales. Toda una oda a la tolerancia y al progreso ¿no? Ese suceso despertó, no solo el interés de la prensa de la época, sino la inspiración del dramaturgo Jorge Díaz, uno de los autores más premiados del teatro chileno, quién hurga hacia el fondo de lo sucedido con la pieza “Topografía de un desnudo” (1967); cuya temporada acaba de culminar en la Sala del Teatro San Martín a cargo de la agrupación “Escena de Caracas”.
Si bien el texto no es una recreación exacta de lo sucedido, sí busca a través de un testimonio libre hacer una representación universal de la injusticia, la represión y la violencia; que lo mismo ocurre en Brasil, como ocurre aquí, al lado, más allá, más arriba o más abajo en el continente. La aparición del cadáver de un indigente irá destapando una trama en la que se develan situaciones que tocan a estos personajes del inframundo, pero también a jueces, policías, fiscales. La puesta en escena, bajo la dirección general de Costa Palamides, apunta al cuestionamiento de los poderosos, de los funcionarios que, al igual que los reyes tolkianos “por sobre todas la cosas desean poder”, y harán lo necesario para mantener sus privilegios. Se evidencia en la búsqueda corporal de los actores una danza que indaga en el paralelismo entre lo humano y lo animal enmarcado en una estética que recuerda la jaula y el terror. Es pues una denuncia que con matices de humor e ironía satiriza nuestra identidad como sociedad latinoamericana.
Delbis Cardona, Nadeschda Makagonow, Arnaldo Mendoza, Betsabé Correa, Ignacio Marchena, Margarita Morales y Khalil Gómez conforman el elenco. El vestuario es de León Padilla, la iluminación de Gerónimo Reyes, la asistencia de dirección de Germán Manrique; y la producción general es de Coco Seijas y Delbis Cardona.